El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia por la que la restauración del Teatro Romano de Sagunto debe ser derruida en un plazo de 18 meses, para así volver a su aspecto ruinoso. La intervención de los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli desaparecerá en favor de una intervención menos agresiva: se levantarán las placas de mármol que se superponen a la antigua piedra de las gradas y se demolerá el muro de cierre del escenario a una altura de 1.20 m. Más información en El País.
2.1.08
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario