28.9.07

Volver a empezar otra vez


No muy lejos de lo que el anuncio del Corte Inglés nos decía, vuelven las clases, los compañeros, los libros, los apuntes, las diapositivas, las de reprografía, las correcciones, esa profesora que habla tan rápido que une palabras imposibles, la humedad valenciana, las colas en la cafetería... bueno, creo que ya todo esto último ya no lo cantaban los niños, pero simpre podríamos adaptarlo a la realidad porque, señoras, señores, volvemos a la rutina, aunque he de confesar que este curso lo empiezo con ganas (espero que este sentimiento me dure más de una semana...). Por ello, entre los preparativos y la adaptación al clima y al ritmo diario, desde mi viaje 'flash' a Madrid no he podido visitar la blogosfera.

Hablando de la Noche en Blanco, voy a contar mi noche en blanco. Primero he de decir que nunca había visto un Madrid de noche tan vivo, tan dinámico (incluso en Gran Vía teníamos dificultad para andar, y eso que cerraron la calle al tráfico...), por lo que no pudimos ver y visitar todo lo que quisimos; aún así, nos quedamos muy satisfechas con el plan resultante.

En el próximo post os contaré por dónde nos movimos, que vimos, que no pudimos ver, con qué nos sorprendimos, dónde acabamos... en fin, nuestra experiencia en esta edición. Lo que si voy a adelantar es una de las actividades que, para mi gusto, fue de las mejores de la noche: The Field, el montaje del grupo Strange Fruit, en la explanada del estadio Santiago Bernabéu.

Este espectáculo fue una adaptación a la Noche en Blanco de uno de sus montajes más aplaudidos: una coreografía aérea espectacular sobre pértigas de 4 metros de altura, donde 8 personajes vestidos íntegramente de blanco se balanceaban, bailaban e interpretaban combinando gestos, danza y drama, todo ellos girando sobre ángulos imposibles. Todo ellos con el gran público que asistimos esa noche bajo ellos, por lo que las sensaciones transmitidas se multiplicaban a cada movimiento. La banda sonora acompañante fue digna de mencionar, muy acertada para la ocasión. Y ya no cuento más, sólo queda verlo, aunque en el vídeo se pierde gran parte de la magia del treatro de calle, supongo que os podréis hacer una idea de la puesta en escena o, por lo menos, descubrir cómo narices se puede bailar y danzar sobre una pértiga.
PD: De momento no puedo subir el video, probaré más tarde, lo prometo.

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