
De paso conocí Rubielos de Mora, Mora de Rubielos (aún más señorial), Puertomingalvo, Linares de Mora y Mosqueruela, pueblo en el que pasamos nuestra estancia. Mosqueruela es una localidad que linda con Castellón, de pocos cientos de habitantes que se reducen a muchos menos en invierno. Se encuentra en la vertiente oriental de la Sierra de Gúdar a una altitud de 1475 metros, por lo que, aún en verano, se nota su clima serrano. El recorrido lo podemos iniciar en la Plaza Mayor, donde existe un porticado de curiosos pilares octogon
ales, que han sobrevivido a lo largo del tiempo con un asombroso estado de conservación. A lo largo de los restos de la muralla nos encontramos varios portales que daban salida a la localidad. En la Calle Ricos Hombres encontramos grandes casas de imponentes aleros que, la verdad, dada la edad de la madera, me pensé durante un segundo el pasar por debajo. Al igual, en la Calle Isabel Belsa, donde encontramos el Palacio Gil de Palomar, familia importante, pues también suyo fue el llamado Hospital de los Gil de Palomar. En el límite del casco urbano, en la entrada al pueblo por la carretera de Linares, nos topamos con unos antiguos lavaderos recientemente restaurados, testigos del paso lento del tiempo en la localidad. Además, existen dos ermitas (no sé si habrá alguna más), la del Loreto y la de Santa Engracia, muy interesantes en cuanto a su construcción. Su nombramiento el 24 de julio de 1982 como Conjunto Histórico Artístico hace justicia respecto a la belleza de este municipio.
Y para los que disfrutan con la naturaleza, existen en la comarca ejemplares centenarios de pinos, señalizados en la carretera. Uno que se puede admirar inmediatamente desde el coche es el pino del Letrado, en la vía de Linares de Mora hacia Mosqueruela. Además, en esta comarca se encuentran las dos estaciones de esquí de Teruel, Valdelinares y Javalambre, donde acuden los aficionados de la provincia y del Levante.
También me sorprendieros el aprecio que tienen los mosqueruelanos y visitantes a la ganadería, celebrando el primer fin de semana una de las ferias ganaderas más importantes de la zona, sus tradicionales suelta de vaquillas, en la plaza improvisada y por las calles, y en la fiesta del toro embolado, típico de la zona del Maestrazgo. ¡Y qué decir de la gastronomía! Yo recomiendo enormemente la longaniza seca, además de la cecina y demás embutidos, curados en estos aires secos y fríos. Si visitais esta zona no olvidéis probar el churrasco y los rebollones de la zona... ¡magníficos! Y el pan, que se me olvidaba, que se puede comprar hasta los domingos en Puertomingalvo.
¿Qué puedo decir más? Que esta zona hay que recorrerla, y saborearla, y disfrutarla en cada rincón, lentamente, pues el tiempo aquí pasa despacio, pero sabiamente. Altamente recomendable.


También me sorprendieros el aprecio que tienen los mosqueruelanos y visitantes a la ganadería, celebrando el primer fin de semana una de las ferias ganaderas más importantes de la zona, sus tradicionales suelta de vaquillas, en la plaza improvisada y por las calles, y en la fiesta del toro embolado, típico de la zona del Maestrazgo. ¡Y qué decir de la gastronomía! Yo recomiendo enormemente la longaniza seca, además de la cecina y demás embutidos, curados en estos aires secos y fríos. Si visitais esta zona no olvidéis probar el churrasco y los rebollones de la zona... ¡magníficos! Y el pan, que se me olvidaba, que se puede comprar hasta los domingos en Puertomingalvo.
¿Qué puedo decir más? Que esta zona hay que recorrerla, y saborearla, y disfrutarla en cada rincón, lentamente, pues el tiempo aquí pasa despacio, pero sabiamente. Altamente recomendable.
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